martes, 14 de febrero de 2012

Presente y Futuro a la Luz de la Astrología

PRESENTE Y FUTURO A LA LUZ DE LA ASTROLOGÍA

Estamos en una época de crisis global y no vemos con claridad su salida ni sus consecuencias.

El calentamiento global del planeta está calentando en todos los niveles, y es sabido, por principio físico, que el calor acelera los “caldos de cultivo” estimulando  su crecimiento.

Los medios de comunicación nos adormecen, dándonos un sucedáneo de la verdadera realidad.

Si esa “caja de los horrores” representa a una media de la humanidad es fácil adivinar hacia donde se intenta dirigir a esa media general de la “humanada”.

Son los dóciles productores manipulables, que engordan a los superpredadores, predadores, carroñeros y descomponedores de la pirámide alimenticia de este “ego-sistema des-natural” nuestro, que hemos creado entre todos…


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En esa dirección vamos por vía muerta.

Es preciso salir de las falsas imágenes, la rutina impuesta y el consumo desmedido.

Las señales y signos del declive de cualquier entidad viva, incluso de la humanidad entera, no suelen variar esencialmente entre sí.

Son los síntomas de cualquier sistema vivo cuando se acerca su final.

Esos síntomas son consecuencia de dos ejes desintegradores que al girar, como piedras de molino del tiempo, lo convierten todo en fino polvo.

Los ejes desintegradores están en el aumento creciente del desorden y en la claudicación de las defensas frente a las agresiones externas.

La función de este “mecanismo evolutivo” es eliminar un sistema caduco para dar paso a otro nuevo.

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Pero La vida no es lineal, no es hacer una cosa tras otra. La vida evoluciona cíclicamente dentro de un orden global.

La verdad es que la Tierra y todo lo que en ella acontece es cíclico, y todo en nuestro Universo participa de esa esencia de lo circular.

Todo final es para dar comienzo a un nuevo ciclo.

Conocer el ritmo de los ciclos aporta una perspectiva más amplia.

Saber que llegará el otoño permite pronosticar que caerán las hojas; que la temperatura descenderá; que las borrascas formarán tormentas, etc.; y también aumentarán los procesos gripales y otras sintomatologías.

Si conocemos el ritmo de un ciclo podemos pronosticar sus pautas características y prevenirnos, como cuando sacamos el paraguas porque se ha pronosticado lluvia.

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* Todo parece indicar que estamos en los finales de un gran ciclo que afecta a toda la humanidad.

Aunque desconozcamos las características de un ciclo podemos observar los síntomas de un momento determinado y por ellos la posible fase en la que estamos.

En los últimos años hemos asistido a profundas transformaciones tecnológicas y sociales y existe una alarma justificada por el cambio climático, el terrorismo, las agresiones de género, la crisis económica, etc., etc.

Prever el futuro es incierto, pues las imprevisibles circunstancias que nos llevan hacia ese futuro están implicadas con la Totalidad.

Los síntomas actuales indican que estamos en una fase destructiva de las formas establecidas, a nivel global.

El aumento creciente del desorden en el sistema establecido crea confusión y desconcierto, al generar desorganización y descontrol. No hay puntos de referencia fijos que indiquen una clara dirección a seguir.

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* Como consecuencia, el aumento del desorden lleva a una claudicación de las defensas del sistema.

* Se crea desorientación e inseguridad por falta de claridad en los puntos de referencia, de tal modo que las referencias seguras se vienen abajo eliminando su “protección”.

* El sistema establecido se está derrumbando aceleradamente, sus patrones y normas han dejado de ser válidos y funcionales, y es necesario que así sea.

La evolución nos somete a una presión que nos conducirá hacia otra humanidad de un orden superior.

Una humanidad que integre en armonía el artificio tecnológico con los ritmos de la naturaleza, la capacidad imaginativa de la mente con el sentido integrador del corazón.

De no ser así sucumbiríamos en el transito. En los finales de un gran ciclo estamos en “un punto de no retorno” que involucra a toda la humanidad.

¡Se hace necesario encontrar la salida!
 
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El futuro es incierto pero no absolutamente inaccesible, al menos para ciertos intuitivos y clarividentes y también para el conocimiento astrológico basado en los ciclos.

Los dotados pueden sumergirse en el inconsciente de lo colectivo, un ámbito que no reside en el espacio-tiempo.

La previsión del futuro no sirve para modificar las circunstancias forzándolas. Entraríamos en conflicto con el mundo y con nosotros mismos,  los dictadores son un buen ejemplo cuando pretenden forzar el futuro hacia sus intereses.

El mundo gira y nosotros con él, pero nunca al revés y ese girar del mundo determina las circunstancias.

Solo nos queda ser espectadores para tomar conciencia del cambio y actores para cooperar en armonía con él.

El futuro está establecido dentro de un orden total e incognoscible para nosotros.

Nuestra tarea es tomar conciencia de lo nuevo que trae, y eso lo podemos aceptar o negar. En ello radica nuestra capacidad de elección.

El futuro nos atrae hacia sí como la máquina de una locomotora que tira del vagón del mundo y con él a nosotros que vaos dentro.

La próxima “estación del futuro” ya está ahí esperando nuestra llegada, semejante a una estación de tren que, aunque no la veamos, no por ello deja de existir.

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* Según la física cuántica, la última realidad subyace al mundo físico del espacio-tiempo.

* Es una realidad única y total más allá de todo lo físico, llamada el “Gran Vacío Virtual”, que lo abarca todo y donde todo tiene su origen.

* El espacio-tiempo no existe en sí. Tal dimensión se produce por generación de partículas que emergen de ese “aparente vacio” y que con su aparición lo están creando.

La mente de algunos individuos es capaz de establecer “saltos cuánticos” dentro de esa “matriz universal”, pues ella lo contiene todo en sí misma.

Los dotados pueden entrar en el inconsciente de la colectividad, ese ámbito de la mente que no reside en el espacio-tiempo.

* De profetas y profecías todos hemos oído hablar y sin duda, por sus destacadas predicciones, la gran profecía Maya, que señala el 2012 como el final de un gran ciclo.

Lo importante de las profecías no es tanto lo que digan y como lo digan, sino que prácticamente todas coinciden en señalar nuestra época actual como “un gran final”.

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* Carl Jung pudo predecir la Segunda Guerra Mundial varios años antes de comenzar. Lo hizo desde su consulta psiquiátrica donde acudían sus pacientes para ser tratados.

* Al analizar sus sueños descubrió que aparecían con mucha frecuencia imágenes simbólicas del Arquetipo del Destructor, una energía psíquica colectiva cuya fuerza impresionaba las mentes de sus pacientes.

* Años más tarde la Segunda Guerra Mundial arrasaba los campos de Europa


* Según el propio Jung: “El Inconsciente no tiene tiempo. No hay problemas acerca del Tiempo en él. Parte de nuestra Psique no está en el tiempo ni en el espacio. Estos son solo una ilusión, Tiempo y Espacio, en alguna zona de nuestra Psique, no cuentan para nada”.
 
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* Ver más allá, predecir del futuro es arriesgado, pero lo intentaremos guiándonos con el conocimiento que nos aporta la Astrología.

* Si hay alguna disciplina que estudie los ciclos esa es sin duda la Astrología.

Podríamos definirla como el conjunto de técnicas que estudia los ciclos de los astros del Sistema Solar y por analogía al ser humano, como actor-espectador en esos ciclos, tanto a nivel individual como globalmente.

* Comenzaremos por la relación analógica entre las etapas evolutivas de la Tierra y los planetas, que anticipa una etapa de justicia y armonía regida por Venus.
 

* ETAPA SOLAR: El Sol es la energía y el símbolo fundamental de la Vida sobre la Tierra.

Establece las bases fundamentales que permitirán el surgir de la vida. Su acción representa la primera etapa en la implantación de la vida.

Es la etapa más larga y comprende desde la aparición de la Tierra como planeta, hasta el establecimiento de las condiciones idóneas para la vida.
 
ETAPA LUNAR: La Luna es la energía y el símbolo del instinto de supervivencia y nutrición en su acción defensiva y conservadora de la vida ya establecida.

Representa una segunda etapa evolutiva en el desarrollo de las bases instintivas de conservación de las especies frente al medio, su desarrollo y su diversidad adaptativa.

Comprende el amplio periodo evolutivo de las especies en su diversificación por adaptarse y adaptar el medio, desde los primeros seres vivos hasta el homo sapiens. 


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* PERIODO MERCURIAL: Mercurio es la energía y el símbolo de la comunicación, el lenguaje y el conocimiento. Su impacto evolutivo se da en la esfera mental consciente de la Tierra, específicamente dentro dela especie humana.

* Representa una tercera etapa evolutiva que desarrolla la capacidad racional en la especie humana.

* Es el periodo más corto y mejor conocido, comprende desde que el homo sapiens da sus primeros balbuceos del lenguaje, hasta el lenguaje escrito y la super-sofisticada tecnología actual.

El desarrollo tecnológico ha sobrepasado la capacidad de la conciencia humana debido a una precaria utilización moral, y aún hoy en día es comparable a los estados cavernícolas, donde lo que primaba es el poder del más fuerte.

* Esto genera un estado de desfase cada vez más inestable y profundo que precisa desaparecer mediante fuertes crisis de renovación hasta alcanzar una nueva etapa de equilibrio.

PERIODO VENUSINO: Venus es la energía y el símbolo del equilibrio, la equidad y la relación.

* En su impulso evolutivo sobre la Tierra actuará restituyendo el equilibrio perdido durante la actual etapa mercuriana, desarrollando el sentido de la armonía y la equidad en las relaciones humanas.

Su influencia nos encamina hacia un mayor aprendizaje del Amor que mantiene en unidad equilibrada a todo el Universo. Alcanzando un mejor entendimiento y desarrollo en las relaciones humanas y con la Naturaleza.

En el próximo futuro, cuando estas cualidades se vayan alcanzando, se conocerá una nueva etapa, donde la verdadera justicia redistribuirá los bienes equitativamente entre los seres humanos, que se considerarán hermanos, y se actuará en armonía y equilibrio con el entorno natural, sin sobreexplotar las capacidades regeneradoras y reales de nuestra Madre Tierra.

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LAS ERAS ASTROLÓGICAS son períodos temporales de aproximadamente 2.150 años debidos a la Precesión de los Equinoccios, un movimiento retrógrado producido por la inclinación del eje terrestre, como si fuera una peonza, que va desplazando el día del equinoccio de la primavera frente a una  determinada constelación situada detrás del Sol.

Este movimiento retrógrado (de Tauro a Aries, de Aries a Piscis, etc.), divide la historia humana en 12 eras astrológicas, una por cada constelación zodiacal recorrida.

Al ciclo completo de eras se le denomina Año Platónico o Gran Año Cósmico y tiene aproximadamente 25.800 años.

Estas eras Astrológicas son períodos de tiempo que marcan distintas culturas ligadas a religiones en la evolución humana.

Por tanto marcan el nacimiento, crecimiento, maduración y desaparición de distintos contextos culturales y religiosos.

Se consideran 7 eras desde que el hombre habita la tierra, según la analogía zodiacal de las constelaciones.

Las fechas son aproximadas, pues las constelaciones difieren en tamaño y suelen solaparse, lo cual hace difícil precisar cuándo una era da paso a la siguiente.

Se ha de tener en cuenta que para cada signo de una era se reflejan también las influencias del signo opuesto, actuando como un par de opuestos complementarios, aunque las características básicas son las del signo ocupado.

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ERA DE LEO (10.000 - 8.000 años a.c.): Caracterizada por la importancia del fuego para la supervivencia de la especie humana y por la adoración al Sol o culto Solar.



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ERA DE CÁNCER (8.000 - 6.000 años a.c.): Inicio de la cultura egipcia simbolizada por la gran esfinge,  cuerpo de león (anterior era de Leo) y cabeza de mujer (actual era de Cáncer) y el culto a la diosa Isis.

Auge del Matriarcado y ritos de fertilidad, desarrollo de asentamientos en torno a la casa como lugar de encuentro familiar.

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ERA DE GÉMINIS (6.000 - 4.000 años a.c.): Desarrollo de la escritura y parece probable que se inventara la rueda, base de la comunicación en comercio y transporte.

Necesidad de registrar (escritura) y almacenar (tablillas, papiros) la información.

Surgen los estímulos necesarios para salir del entorno local y dar inicio al desarrollo del comercio.

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ERA DE TAURO (4.000 - 2.000 años a.c.): Las religiones tenían al Toro como divinidad y posiblemente el culto ancestral a la vaca, que aún se mantiene en la India.

Las fiestas taurobolios, fueron las precursoras de las corridas de toros.

En Egipto, el culto al buey Apis, refleja el emblema de Ra representando la fuerza y la estabilidad del poder creador.

La necesidad de seguridad, confort y sensualidad son características propias de Tauro, y encuentra su mejor ejemplo en las dinastías egipcias de esta época.

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ERA DE ARIES (2.000 - Nacimiento de Cristo): El faraón Amenemhat sustituye el culto al buey Apis  por el del carnero Amón. Construyó el templo de Karnak esculpiendo una doble hilera de carneros.

La historia de Israel comienza con Abram, que ignifica hijo del carnero. Según los historiadores, nació en la fecha en que el Sol ingresaba en la constelación de Aries. Es significativo el sacrificio del  carnero realizado por Abraham, en lugar de su hijo.

Moisés recibió “órdenes divinas”, instaurando la religión del cordero y aboliendo la adoración del becerro de oro (anterior era de tauro).

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ERA DE PISCIS (Nacimiento de Cristo - 2.000): El acontecimiento más significativo es el nacimiento de Jesús el Cristo y la fundación y desarrollo del cristianismo. Cristo fue el cordero prometido en la religión de Moisés para ser inmolado.

El pez era el símbolo de los primeros cristianos. El dibujo de los dos peces, en las catacumbas romanas, sirvió para reconocerse y comunicarse.

El milagro de Jesús de la multiplicación de los peces y los panes encierra un gran simbolismo astrológico en clara relación con los signos de Piscis (peces) y Virgo (trigo), este último opuesto al primero y representado por una doncella que sostiene una espiga de trigo en la mano.


En esta época las cualidades cristianas de amor, perdón y caridad, propias del signo de Piscis están arraigadas con diferentes matices en muchas religiones de todo el mundo, así como su repercusión a nivel social y político, por ejemplo, en los principios  inspiradores de los derechos humanos.

La influencia del signo opuesto-complementario a Piscis, Virgo o la Virgen queda reflejada a través del culto mariano de la nueva religión cristiana, así como el hecho de que los ideales de virginidad y de pureza se constituyan en pilares de la misma, como símbolo y modelo de pureza y consagración a la divinidad.


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En los tiempos actuales estamos saliendo de la Era de Piscis y entrando en la de Acuario.

ERA DE ACUARIO (2.000 - 4.000 d.c.): Según cálculos de diferentes astrólogos, hay distintas fechas para la entrada en la era de Acuario (2038, 2054, 2080) y otros piensan que tuvo lugar a mediados del siglo XX.

Teniendo en cuenta que la división entre una era y su siguiente no es algo que sucede de un día para otro podemos decir que estamos en un periodo de transito en el que se disuelven las características de la era saliente (Piscis) y empiezan a surgir las de la era entrante (Acuario).

Las eras afectan la forma de pensar y los valores de la humanidad. La influencia de Acuario estaría notándose en varios aspectos: desarrollo individual, social, cultural, científico y en la globalización de los siglos XX-XXI.

Urano, que rige a Acuario, es el planeta de los descubrimientos, las grandes transformaciones, la originalidad, la libertad individual y colectiva, la fraternidad y el altruismo. Rige la inteligencia y el conocimiento de la relación de los hombres entre sí y con el cosmos. Todas ello puede verse reflejado en los sucesos actuales: últimas corrientes filosóficas -New Age, feminismo, conciencia ecológica-, tendencias vanguardistas en el arte, nuevo concepto de familia y matrimonio, descubrimientos científicos, acceso del hombre al espacio exterior, etc.

Proyectando analógicamente en el tiempo la Era de Acuario traerá consigo una edad de hermanamiento universal arraigada en la razón, será posible solucionar los problemas sociales de forma justa y equitativa, mayores oportunidades para mejorar intelectual y espiritualmente, pues Acuario es un signo científico e intelectual y Urano está asociado a la intuición y las percepciones directas del corazón; y a nivel más básico, a la electricidad y la tecnología.

Independiente de considerar una u otra teoría sobre el inicio de la era de Acuario, hay un hecho indiscutible: la notoria influencia de Urano, el regente de Acuario, en los acontecimientos de las últimas décadas, que desarrollamos a continuación con los ciclos planetarios.

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LA ASTROLOGÍA MUNDIAL estudia los ciclos planetarios indicadores de grandes cambios que transforman a toda la humanidad.

Un primer paso es observar los planetas más lentos, llamados generacionales por afectar a generaciones enteras: Urano, Neptuno y Plutón en su tránsito por los signos.

URANO: se relaciona con las ideas colectivas. Su ciclo en torno al zodíaco es de 84 años.

Su tránsito se caracteriza por la ruptura con los valores sociales vigentes representados por el signo que transita.

A la vez apunta hacia un nuevo modo en la expresión de dichos valores.

NEPTUNO: se relaciona con los sentimientos colectivos. Su ciclo zodiacal es de 165 años.

Su tránsito revela sueños, valores idealizados y anhelos inconscientes del colectivo, simbolizados por el signo que transita.

Podemos observar su expresión externa en la seducción de las modas y movimientos sociales del momento.

PLUTÓN: se relaciona con los procesos colectivos de transformación y regeneración. Su ciclo zodiacal es de 248 años.

Su tránsito extrae de las profundidades y destruye aquellos valores representados por el signo transitado que ya no sirven o están corruptos.

Propicia el surgimiento de algo nuevo: cuando una casa está muy vieja y amenaza derrumbe lo mejor es tirarla para hacer otra nueva.


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También es importante considerar los ciclos de Júpiter y Saturno, llamados planetas sociales, que al ser más rápidos que los anteriores tienen menor implicación generacional.

Pero en combinación con los anteriores modifican y orientan los aspectos más sociales.

JÚPITER: Da oportunidades y posibilidades diferentes a las que solemos estar acostumbrados.

Su ciclo es de 12 años.

Ayuda a reconocer las soluciones favorables y optimistas, proporcionando entusiasmo y fuerza para actuar.

Pero su energía puede convertirse en euforia, excesos, dispersión por falta de perspectiva y realismo.

SATURNO: Se relaciona con procesos sociales de toma de conciencia y responsabilidad.

Su ciclo es de 29 a 30 años.

Crea limitaciones, inhibiciones, bloqueos y demoras que obligan a madurar y dar claridad al significado de la crisis.


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Como ejemplo consideraremos el tránsito de Plutón por Sagitario (1995 y 2008) que activó las situaciones sociales hasta llegar a la crisis financiera de 2008.

Los tránsitos de Plutón son ciclos de destrucción-regeneración.

Sagitario está relacionado con la religión y el extranjero, y Plutón mostró su peor cara con el creciente terrorismo, la expansión fundamentalista, los flujos migratorios y la globalización de conflictos bélicos.

Sagitario también representa los excesos, y el consumismo desbordado se convirtió en algo común que endeudó a las clases trabajadoras.

Su expresión más evidente fue la crisis financiera de 2008, que destapó prácticas económicas obscenas debidas a la codicia de unos cuantos.

Plutón entró en Capricornio en noviembre de 2008 donde permanecerá hasta el año 2024.

Capricornio se relaciona con todo tipo de estructuras sociales establecidas (políticas, económicas, religiosas, etc.). Su entrada en este signo presagia profundas transformaciones en estos ámbitos.

Sus desplazamientos durante 2008 entre Sagitario y Capricornio parecen expresar una síntesis de ambos. Fue el año en que salieron de la sombra los excesos y maquinaciones de los sectores financieros.

Si tenemos en cuenta una previsión meteorológica y cogemos el paraguas –aunque luego no llueva-, sería prudente considerar una previsión astrológica para lo que pueda venir. No como acto de fe, sino por el porcentaje de aciertos a través de la historia derivados de la observación de los ciclos planetarios.


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La media de aspectos inarmónicos se centra sobre 2010
El estudio de los acontecimientos colectivos considera como indicadores a los planetas lentos: Urano, Neptuno y Plutón, junto con Júpiter y Saturno.

Además de sus tránsitos por signos, son de importancia especial sus ciclos combinados.

Un ciclo combinado comienza cuando dos planetas entran en conjunción.

A partir de aquí se desarrolla una relación y como ocurre con las parejas humanas, hay crisis, distensión y enfrentamiento.

Las vicisitudes del ciclo se deducen de los ángulos (90º, 120º, etc.) que se van formando al alejarse el uno del otro, señalando fluidez o tensión.
                                                                     
El momento más intenso de un ciclo combinado corresponde a la conjunción. Señala el inicio de una relación que se desarrollará a lo largo de los años siguientes.

En los raros momentos históricos que participan más de 2 planetas al inicio de un ciclo es de esperar cambios muy significativos.

Así ocurrió entre 1988 y 1991 con la triple conjunción de Saturno-Urano-Neptuno en Capricornio, fue cuando cayó el muro de Berlín y se inició la desintegración de la Unión Soviética, dando lugar a una nueva correlación de fuerzas en el orden mundial.


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El estudio de estos ciclos predice un proceso crítico inmediatamente venidero, en torno al 2010-2012.

Actualmente se observan diversos factores astrológicos: Plutón entró en Capricornio en 2008, Urano entrará en Aries en 2010 y Neptuno en Piscis en 2011.

Se trata de un momento singular pues estos tres planetas lentos, relacionados con el inconsciente colectivo, cambian de marco energético en un periodo muy breve.

En este mismo periodo se dan destacadas configuraciones con Saturno en sus ciclos combinados con estos planetas que materializa su acción al entrar en relación con ellos.

También debemos considerar el ciclo combinado de Júpiter-Saturno relacionado con coyunturas socio-económicas, culturales e ideológicas.

Podemos observar que en 2010, cuando Urano entra en el signo de Aries, se forma una figura de tensión en la que participan Júpiter, Saturno, Urano y Plutón.

Sólo Neptuno permanece relativamente ajeno a esta configuración, que en argot astrológico se denomina "Cuadratura en T en signos cardinales".

El momento de máxima tensión se da en torno al 7 de Agosto de 2010, como puede verse en la carta astral que consideramos  a continuación.


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La Gran Crisis del 2010: Es una configuración astrológica que sucederá en el verano-otoño del 2010.

Es una “Cuadratura en T”, que implica fuerzas contrapuestas por las oposiciones y de gran tensión por las cuadraturas, una situación altamente conflictiva.

Al darse en signos cardinales (Aries, Libra y Capricornio) se va a manifestar como un fuerte impulso para iniciar algo nuevo, pero a costa de eliminar inercias y obstáculos del pasado.

Esta configuración nos revela tensión entre los valores conservadores que buscan perpetuarse (Saturno en Libra) enfrentados a posiciones ideológicas radicales, incluso de fanatismo religioso (Urano-Júpiter en Aries).


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Toda esta configuración está bajo la influencia de Plutón en Capricornio que recibe tensión de las partes implicadas y hace pensar en profundas transformaciones de las estructuras sociales, económicas y políticas tal como las conocemos. Aparte otras interpretaciones de orden geológico (seísmos, volcanes, tsunamis, etc.).
Urano en Aries, indicaría un cambio profundo en lo mental sobre el modo de enfocar la vida, además en conjunción con Júpiter se desarrollaría de modo amplio y fuerte, incluso con excesos, que podrían considerarse revolucionarios, y también llenos de fanatismo.
Las oposiciones entre Urano-Júpiter con Saturno-Venus-Marte entre Aries-Libra pueden indicar rupturas, oposiciones agresivas-violentas, falta de entendimiento en las relaciones diplomáticas e internacionales que repercutirá en la política, la economía y en toda la sociedad, a nivel internacional y dentro de las naciones. Esta situación podría incluso desencadenar situaciones bélicas entre naciones y una mayor incidencia del terrorismo.
Neptuno en Acuario tiene menos aspectos negativos, pero los que tiene con Saturno en Libra (relaciones sociales, diplomáticas) hacen pensar en engaños, falta de entendimiento, confusiones y desconfianzas en el ámbito de las relaciones sociales y todo tipo de relaciones internacionales, que refuerza lo ya dicho.
El Sol, situado en Leo dará la tónica general de esta configuración. Al estar situado en su propio signo es cuando ejerce su mayor poder en el ciclo anual, su momento de máxima expresión, cuando se realizan las obras plenamente.
Habría que añadir que los planetas Urano, Neptuno Y Plutón están retrógrados, por lo cual su influencia se manifestará de modo más negativo e intenso, marcando su acción hasta que pasen a ser directos (puede suponer unos cuantos años), además estas influencias retrógradas son de carácter karmático por lo que han de cumplirse para restablecer un equilibrio.


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En las profecías mayas se señala el 21 de Diciembre de 2012 como el fin de su calendario, el final de un ciclo materialista. Para seguir evolucionando deberemos volver a sincronizarnos con los ciclos universales de la Naturaleza.

El inicio del nuevo ciclo precisará de un gran cambio en la conciencia humana y en la percepción que tenemos del mundo. Es precisamente en 2012 cuando Neptuno entrará definitivamente en su signo, Piscis, completando así el cambio de signo de los tres planetas lentos vinculados al inconsciente colectivo.

La energía de Piscis-Neptuno se relaciona con la disolución, lo confuso y lo intangible, pero también con sentimientos de unión, empatía, misticismo y amor. Esperemos que estas cualidades positivas participen en los momentos difíciles que acontezcan.

El 21-12-2012 no presentan la fuerte tensión de la carta astral de 2010, es una situación más favorable. No obstante hay una cuadratura entre Urano y Plutón (cambios bruscos, intensos) que estará activa hasta 2015.

Destaca la configuración (Yod) de Saturno-Plutón-Júpiter, éste último como planeta focal. Señala una presión subliminal de Saturno y Plutón hacia lo significado por Júpiter. Su función conjuga principios de conservación y transformación reajustando los valores filosóficos y espirituales, atributos propios de Júpiter.

Lo señalado por esta configuración no parece estar lejos de los reajustes que, según las profecías mayas, debería ocurrir para dar un salto evolutivo como especie.


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Tanto si nos fijamos en el calendario maya, como si hablamos de un cambio de era, como si consideramos otras fuentes, la conclusión es la misma: estamos acabando un ciclo e iniciando otro que afecta a todo el planeta y a la humanidad.

Desde la Astrología hablaríamos fundamentalmente de un proceso plutoniano de muerte y renacimiento en donde lo viejo se resiste a morir, mientras lo nuevo pugna por nacer.

¿Cómo afrontar esta Gran Crisis de Cambio?: Es un periodo que requiere de nuestra generosidad y entrega al proceso de cambio, a pesar de las dificultades que ello pueda comportar.

No podemos evitar que se alteren las manchas solares y que sus variaciones puedan crear perturbaciones en la Tierra, y a estas alturas poco podemos hacer, mejor dicho poco hacemos, para detener el calentamiento global o controlar otros factores imprevisibles como terremotos o tsunamis.

Pero si podemos generar una mayor conciencia en nosotros mismos y en nuestro entorno, esforzándonos en desarrollar sentimientos y pensamientos positivos, así estaremos contribuyendo favorablemente a una transición necesaria y alcanzar esa “masa crítica” precisa para una Nueva Conciencia en armonía con lo que nos demanda el próximo futuro. De nosotros depende…

Solo me resta recordar aquel verso de Machado que nos dice:

Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace camino
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar...



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Escrito en Noviembre de 2009

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